Un cuento de hadasErase una vez, un planeta llamado tierra
“Mamá, léeme algo para dormir”
“Hija. estoy muy cansada,no me apetece leer ahora mismo”
“Vale, pues cierra los ojos e inventa algo”
“Vale, Asi, si!”
Cierro los ojos y empiezo a recordar…
“Erase una vez, un planeta llamado tierra. Era un lugar precioso, mágica. Con aguas puras, cristalinas, todo tipo de animal exótico, bellos seres conscientes. Flora y fauna de lo más bonito. Montañas majestuosas. Colores tan vivos que ni podrÃas imaginar. Un paraÃso.
Un dÃa aparecieron unos seres llamados humanos. Seres humanos. La verdad es que eran bastante brutos al principio pero muy poco a poco a lo largo de muchos años empezaron a evolucionarse: Crearon e inventaron, desarrollaron su conciencia, su curiosidad para entender los gran secretos del universo y la razón de la existencia. Nacieron grandes cerebros que cambiaron el camino de estos seres. Pero entre los buenos, hubieron muchos no tan buenos, entre los cuales, la avaricia y sed por poder los condujeron hacia caminos oscuros y destructivos. Aunque me gustarÃa decir que la gran mayorÃa de seres humanos eran seres buenos y sencillos, también hay que reconocer una gran apatÃa entre ellos (sin ganas de movilizarse, moverse para parar la ola hacia la ultima destrucción que ocurrÃa a su alrededor)”
“ Qué tipo de destrucción mamá?”
“Pues hija, me duele decirlo, pero los seres humanos destruyeron casi todo lo que tocaran, desde envenenar sus propias aguas y tierras fértiles, a destrozar sus bosques majestuosos, eliminar y hacer sufrir a los animales en la tierra. Incluso lo llamaron placer, hobby, algunos de esos seres tan ignorantes. Inventaron armas letales para matar en grandes cantidades. Las gran ciudades que edificaron, poco a poco se quedaron vacÃas y sus habitantes se tuvieron que huir de la gran contaminación que acabó con su aire limpio y puro.
Y aun asà con tantos avisos a lo largo de los años, de que quedaba poco tiempo para salvar la madre tierra, los seres humanos seguÃan su camino hacia el auto destrucción, pegados a unos inventos llamados teléfonos móviles e internet. No hubo tiempo a abrirse los ojos a la trágica realidad.
“ Pero mamá, eso no tiene sentido! No los llamaste seres conscientes?Un ser consciente no mata ni destruye. Eso es tonto.”
“Lo sé hija, pero estamos hablando de unos seres muy complicados, demasiado para explicarte ahora. Pero un dÃa, a pesar de los avisos y el gran intento de grupos de seres conscientes alrededor de la tierra para cambiar y frenar la destrucción, pues llegó el momento de la realidad.
“ Qué pasó Mamá?”
“Pues, hija, genocidio climático, o también lo llamamos EcocÃdio, crÃmenes contra la tierra. Destrucción masiva. Con tan solo el aumento de dos grados, el calentamiento global causó la muerte a cientos de millones de seres humanos, incendios forestales masivos arrasaron la tierra, inundaciones a un nivel jamás conocido, tsunamis y muchas de las grandes ciudades como Londres y Nueva York desaparecieron bajo agua además de la mayorÃa de islas. El sur de Europa se quedó como desierto y sin agua y los paÃses del norte de Europa también sufrieron olas de calor jamas imaginados. No hubo lugar en la tierra que se escapó de la gran destrucción…
“Mamá, no me gusta este cuento. Me pone triste. Y no entiendo a esas personas. Porque no hicieron nada para salvar su planeta, su hogar? No quiero escuchar más!”
“Lo siento hija, me perdà en la nostalgia por un lugar que conocà una vez. Un dÃa te contaré la historia curiosa de un grupo de seres ricos y poderosos, Nasa, Tesla, Y Branson entre ellos…”
“Vale mamá. Dame mi peluche porfa. Ufff menos mal que vivimos en Marte…No puedo imaginar vivir entre seres asÃ. Buenas noches. Te quiero.”
“Te quiero mucho hija, y no te preocupes, jamas dejaremos que pase algo asà aquÃ. Dulces sueños.”
PD 16 Octubre 2018-Este cuento está basado en la historia de los seres humanos. Lo escribà después de leer sobre el ultimo informe de la ONU, el reconocimiento ya del genocidio climático. Este finde en Altea me parece que va a hablar e informar sobre el tema, una amiga mÃa que trabaja con la abogada Escocesa Polly Higgins que lleva años ya luchando contra gobiernos y multinacionales acerca de los crimenes contra la tierra, el llamado ecocidio. Ahora parece ser que el juez Garzon colabora con ella.
0 Comments